Escrito por Nakord Garcia Blandón Historiador Esteliano
Muy pocos conocen la historia de la bomba de 500 libras que desarmada, yace en la esquina del barrio El Calvario que lleva su nombre “la esquina de la bomba”. Asi que les narraré un poco de la historia de ese artefacto de muerte.
Transcurría ya la cuarta semana de combates en la ciudad de Estelí durante la insurrección final que había empezado un sábado 9 de Junio. Los combates iniciaban muchas veces antes de las 6 de la mañana y finalizaban por las noches. No hubo un día en todo ese periodo de combates que la ciudad no fuera bombardeada ya fuera por los famosos Push and Pull, los jet T-33, los helicópteros artillados y la metralla y bombardeo de los grandes C-47. Eran los primeros de Julio de 1979, y los bombardeos habían empezado muy temprano. Recuerdo que estábamos refugiados en el edificio de la Aldea juvenil SOS al suroeste de la ciudad de Estelí.
Habian allí unas 300-400 personas refugiadas, mayormente niños y mujeres. Era casi el mediodia cuando apareció en los cielos un gran avión de la FAN, era un Douglas C-47 blanco por debajo y camuflageado el resto del fuselaje. Usualmente esos aviones estaban artillados con ametralladoras M-50 que disparaban mientras se inclinaban a un lado y otro.
Sin embargo, ese dia, ese primer avión dio al menos dos giros sobrevolando la ciudad de Esteli mientras otros aviones también bombardeaban. Luego de dos vueltas y volando a favor de las manecillas del reloj, este avión voló a la altura de Isiquí, luego entró por la parte sur de la ciudad y luego giró hacia el norte y fue ahí cuando de las entrañas de ese avión salieron tres enormes bombas de 500 libras.
La primera cayó en el rio, cerca de la poza los quesos, en el borde sur del mismo, esta bomba no explotó. Luego el avión siguió su vuelo y arrojó a segunda bomba que hizo gritar de terror a todos los que estábamos refugiados en la Aldea Juvenil SOS, al oeste del barrio “Oscar Gámez” y es que todos observábamos como ese gran artefacto se dirigía directo a nuestras cabezas. Había gritos, llantos, y caos pues todos corríamos a buscar refugio y en efecto, a los pocos segundos la bomba tocó suelo explotando y causando una gran destrucción a su alrededor pues la misma cayó a unos 80 metros del edificio, cerca de una de las torres de transmisión de energía.
La explosión fue tan inmensa que fragmentos, restos de arboles, piedras y lodo cayeron sobre las casas del barrio Oscar Gamez, destruyó la mayor parte de las ventanas de la aldea, y causó que a varios niños se les reventarán los oídos. Todos los animales silvestres a unos 50 metros a la redonda murieron, muchas aves y pequeños mamíferos. Mi padre Benjamín García (+) caminaba desde el centro de la ciudad junto a mi hermano menor y casi fueron alcanzados por la explosión. Luego el avión enrumbó al Este, hacia el centro de la ciudad y dejó caer la tercera bomba, esta cayó entre dos viviendas del barrio Panamá Soberana, exactamente en medio de las casas de Don Luis Galeano y de don Cundo Olivas.
Cuando mi padre llegó donde nos encontrábamos, aun nervioso porque pensaba que todos habíamos muerto me comentó de la primera bomba que no había explotado. Entonces como a las 5:30 de la tarde ya cuando los combates habían mermado de intensidad nos dispusimos a ir a buscar el lugar donde había caído la bomba. Bajamos hasta el rio siguiendo mas o menos la dirección por donde habíamos visto caer la misma.
Luego de caminar unos 10 minutos, uno a cada lado del rio, observé delante de mi una gran rama de chilamate caída a la orilla del rio, y al levantar la vista vi que el árbol tenía otras ramas dañadas asi que me acerqué a ver y de repente, observo que hay un objeto color oscuro enterrado en la arena, a la orilla de las raíces del árbol de chilamate. Llamé a mi padre de inmediato y juntos observamos la enorme bomba enterrada en la área hasta un 80 por ciento de su tamaño.
Recuerdo haber leído “Made in Israel” en uno de los costados de la misma. Luego, procedimos a cortar varias ramas y pusimos un cerco alrededor de la misma a fin de que nadie tropezara con ella y sirviera de advertencia. Luego, notificamos a uno comando acerca de la existencia de la misma y les dijimos acerca del lugar exacto donde estaba la bomba sin explotar.
Entonces llegó el triunfo de la revolución, y no estoy seguro cuando soldados zapadores fueron a extraer la bomba y explotarla para hacerla segura pues yo me encontraba fuera del país. Cuando regresé en 1980 mi padre me contó que habían dinamitado la bomba y sus restos los habían colocado en el lugar donde está ahora, en “La esquina de la bomba” en el famoso barrio El Calvario de Estelí. Ahi queda un testigo de los que nos tocó vivir en aquella época dolorosa en que tantas vidas se perdieron pero que aprendimos a resurgir como el ave fénix. Este es mi relato de lo que conozco de la famosa bomba que Dios quiso no causara ningún daño a nuestra gente.
